Testimonios de Consultantes felices

Ana

Cynthia Sandoval

Mi experiencia con Memoria Celular empezó con la pandemia, creo que a muchos nos marcó esto que nos tocó vivir. A mí en particular, viviendo con mis padres con situaciones de salud y el encierro que les hacía mucho mal…me vi encerrada, agobiada con todo, necesitaba hacer algo por mí y fue ahí que busque …busque y me encontré con esto nuevo de conocerme más y sanar lo profundo de mi ser.

Memoria celular me saco del pozo, me permito salir de los miedos y culpas. De ver que había algo más en mí, pude dar muchos pasos e independizarme en muchos sentidos, sobre todo en las decisiones que debía tomar poniéndome a mí por sobre todo. Sigo aprendiendo, conociéndome más a mí y día a día voy logrando más con mis sesiones de memoria celular.

Yanina Sedlisky

Trabajar con Memoria Celular fue sanar dolores muy fuertes, en mi primera experiencia sane el duelo con mi abuela, yo hablaba de ella o el solo hecho de recordarla me producía tristeza, llanto. Hoy la puedo recordar con alegría con los mejores momentos guardados en mi corazón.

Hoy estoy trabajando en mi la obesidad y me voy sintiendo cada vez más segura y aceptada por mí misma, mi vida está cambiando y estoy muy agradecida.

Paula Del Valle

Mi experiencia con memoria celular fue y es sumamente alentadora, para quienes tengan la curiosidad de probar una terapia alternativa.

Comencé gracias a una compañera que nos comentó que a su madre le había funcionado para resolver una situación puntual laboral.

En mi caso, la consulta fue para ayudarme a resolver mis relaciones interpersonales, no repetir patrones y aprender a manejarme de una mejor manera con las personas, con foco en mis relaciones de pareja.

Con el pasar de las sesiones, no solo resolví esta cuestión, sino que también fui trabajando otros temas de mi vida, que estaban solapados con diversas situaciones de la vida diaria, y que, si no hubiera sido por Memoria Celular, no los hubiese sacado a la luz.

Tomé las sesiones que corresponden para el tema en cuestión, y luego decidí, con el aval de mi terapeuta, continuar y adoptarla como una terapia de desarrollo personal, para seguir aprendiendo a manejarme en otros aspectos de la vida.
Totalmente recomendable, el secreto es dejarse llevar y estar abierto a esta, para muchos nueva, experiencia terapéutica.